El Feng Shui tiene una larga historia, antiguamente el conocimiento solo era transferido verbalmente, no existía ningún instituto organizado que lo hiciera. Los antiguos Maestros confirman que este conocimiento pertenecía al de los académicos de la realeza, el cual desafiaba el deseo de Dios. Desde entonces, los Maestros ancestrales fueron muy cuidadosos en escoger a sus sucesores, ellos no querían hacer enojar a Dios.
Durante el nuevo período de China, el Maestro de Feng Shui Tam Yeung Ng (談養吾) fue el primero en comenzar los cursos a distancia. Consecuentemente, desde 1970 a 1980, el Maestro Tseng Chi Nam (曾子南) también uso este método de enseñanza en Taiwán. Sin embargo, el Feng Shui no era tan popular en ese momento; no lo fue, hasta que a finales de los 80’ el Maestro Song Siu Kwong (宋韶光) fue invitado a hablar acerca del Feng Shui en televisión en Hong Kong. Poco a poco las clases fueron en auge. Más y más gente conocía acerca del Feng Shui. Nuevos maestros y practicantes salieron a la luz en menos de un año, algunos de ellos eran incluso menores de 20 años. Cualquiera que tuviese una Brújula China podía ser el título de “Maestro”. A medida que más gente fue inmigrando hacia otros países antes de 1997, la creencia del Feng Shui comenzó a expandirse globalmente, y parte de este conocimiento fue traducido a diferentes idiomas.
Desde un punto de vista optimista, esto hizo que el antiguo Conocimiento ancestral de China, se volviera más popular y diera más oportunidades al público de leer libros de Feng Shui antiguos (oferta y demanda). Sin embargo, desde el punto de vista pesimista, la falta de revisión y evaluación de los principios del Feng Shui antes de enseñarlos a otros, produjo una gran desventaja en este estudio. Esto podría compararse a una persona ciega guiando a otro grupo de personas ciegas para cruzar la calle, lo cual sería muy peligroso en ambos casos para este grupo de personas y para el público. Esto llevaría al Feng Shui en una dirección equivocada, mientras que el verdadero conocimiento desaparecería.
Cuando yo comencé a aprender Feng Shui, la mayoría de los verdaderos maestros estaban escondidos en la sociedad. Algunos de ellos preferían trabajar en un campo diferente al del Feng Shui, dado que no querían ayudar o enseñar a la persona equivocada. Ellos sólo le enseñarían a alguien en que realmente confiaran, esto es porque existe una “Ley Universal” la cual deben seguir todos los maestros. En ese período era muy difícil encontrar a un verdadero maestro y el dinero era inservible en esta situación. Si no eras capaz de ver con ojos sabios, jamás encontrarías al verdadero maestro; si no eras lo suficientemente humilde jamás serías capaz de hablar de Feng Shui con ellos. Si bien podías entrar en sus casas probablemente jamás obtendrías un horario académico. Cuando el maestro te enseñaba una teoría, necesitabas aplicarla en otras teorías, así como también, requerirías bastante tiempo para digerirla. Como resultado aquéllos maestros graduados tenían una sólida base, pero un débil sistema de enseñanza. Como era difícil obtener el conocimiento, ellos preferían guardarlo como un secreto, ése fue uno de los mayores problemas que tuvimos para aprender el Feng Shui en ese tiempo.
Actualmente el Feng Shui parece tener un mejor sistema y cada clase tiene un programa similar. Si te atreves a preguntarle a alguno de esos profesores acerca de los principios que enseñan y de los resultados de aquellos principios, la mayoría de ellos no sería capaz de responder, puesto que solo copian de libros o de los materiales del maestro. Cuando un estudiante hacía preguntas mas profundas, ellos darían una respuesta incorrecta o crearían un nuevo concepto del Feng Shui, porque no son capaces de entender completamente el conocimiento, de esta forma estarían guiando a sus seguidores hacia la dirección equivocada, pero ¿a quién le importa?
En este mundo capitalista, el marketing es la clave del éxito, pero no el camino. Muchos aprendices de feng Shui se identifican como maestros y dictan seminarios dirigidos al público sin ninguna prueba de su conocimiento, ellos no quieren perder la oportunidad de obtener beneficios y ganancias del mercado del Feng Shui y hacen todo lo posible para conseguirlo. Basados en sus propios beneficios, se levantan argumentos entre diferentes escuelas, como también entre los maestros y sus estudiantes. Los recién llegado al Feng Shui están experimentando dificultades al momento de decidir a quién seguir, siendo éste uno de los mayores problemas que deben enfrentar los aprendices de Feng Shui.
Comencé a estudiar la Metafísica China en 1972 y desde este año al año en el cual comencé a enseñar
I- Ching en la universidad de Hong Kong, ya tenía 18 años de práctica. A través de esos años probé mi conocimiento y estaba muy seguro de poder identificar los defectos de las diferentes prácticas del Feng Shui, antes de comenzar mi carrera como maestro. El conocimiento que enseño a mis estudiantes fue probado por mí, usted se podrá dar cuenta cuando tenga la oportunidad de aprenderlo de mí. Sea bienvenido a compararlo con lo que ha aprendido antes.
Escoger a un verdadero maestro no es difícil, pero lo más importante es tener la actitud adecuada para entrar en el campo del Feng Shui. El tipo de persona que usted sea atraerá a un tipo de maestro en su vida. Además, todos los verdaderos maestros tiene un claro linaje y tampoco les gusta discutir con otros, son mas humildes y no les gusta presumir de su enseñanza, ellos le demostrarán su conocimiento. Cuando aplique su conocimiento, obtendrá por lo menos un 80% de exactitud en el resultado. Los maestros serán selectivos al momento de elegir a sus estudiantes y clientes; si usted detecta algunos de estos síntomas en su maestro, podrá seguirlo y confirmar si es o no el maestro indicado para usted.
Tal como lo dice el antiguo proverbio Chino: “abra sus sabios ojos para elegir antes de elegir con sus oídos”
Traducido por: Jessica Sepúlveda H.
Andrea Vergara S.
Chile
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